“Las flores silvestres son guardianas de la alegría . Descansar nuestros ojos sobre las mismas, rápidamente provoca alegría dentro de nosotros, por lo que las flores silvestres son un puente que podemos cruzar hacia la alegría , cada vez que nos sentimos irritados o agotados. Las flores también existen dentro de nuestros cuerpos, en forma de alegría . Como señala Thich Nhat Hanh , reconocido monje budista vietnamita, cuando expresamos alegría a través de nuestros ojos, estos se convierten en pétalos de flores . Cuando sonreímos, nuestras bocas se convierten en flores . Cuando usamos nuestras manos para consolar, para dar amor y cuidado, nuestras palmas son flores . Cuando cantamos o reímos, abrimos la flor que existen en el corazón y en la garganta. El corazón físico y el útero especialmente, son flores delicadas que crecen fuertes y abiertas con nuestro tratamiento interno y, se marchitan fácilmente, cuando se tratan con aspereza. De hecho, todo el cuerpo humano